La leyenda de un amor

Algunas noches de luna llena, en las que reina una magia especial  en los bosques puede ocurrir que un ciervo anciano se ponga a contar la leyenda del  Bosque sin nombre.Todos los animales se sentaron para escuchar la historia. El sonido del río era como el sonido de un arpa encantada y la forma en que se entrelazaba con la voz del ciervo despertaba el interés de los que escuchaban. La historia empezó como una normal...

Érase una vez una criatura mitológica que vivía en un bosque situado en la cima del Monte Milagro.Ningún hombre podía encontrar el camino hacia el bosque. Allí vivían solo los animales y la criatura .El bosque se encontraba cerca de tres rocas gigantes que perforaban las alturas. El agua caía con gran velocidad chocándose con las piedras y creando pequeños vórtices que se separaban del agua, saltaban en el aire y se ahogaban en el río.Sobre el agua interminable el arco iris se trenzaba, bailando vertiginoso. La criatura mitológica era un hombre muy guapo con el pelo rubio y unos ojos muy extraños de un azul como el color del cielo y se transformaban en un azul oscuro, como el mar en una tormenta, cuando se enojaba.Su nombre era Mijo. Mijo podía controlar la naturaleza, hablar con los animales y era tan fuerte que podía matar un ejército entero en solo cinco minutos.Pero él siempre usó sus poderes solo para ayudar porque tenía un alma buena como el de un ángel.Su mejor amigo era un ciervo. Los animales preguntaron:
- ¿Ese ciervo eres tú?
Esto no es importante.
- ¿Cómo que no?¡Dinos!
- No, no era yo. ¿Contentos?

El ciervo continuó...Ahora vamos a regresar al mundo humano. En un pueblo cerca del Monte Milagro vivía una chica hermosa con el pelo negro y unos ojos verdes y claros en los cuales se reflejaba la hermosura del mundo. Su piel era blanca y fina y sus labios rojos como la sangre. La chica se llamaba Rosalinda. Eran las ocho de la tarde y el sol estaba a punto de ponerse. Un pedazo del sol se rompió y cayó en la linea de unión del cielo con la tierra. La chica estaba en su habitación, peinándose. De repente se oyó un grito muy fuerte. Era el grito de su mamá. Salió rápido del cuarto pero al llegar afuera se quedó como una piedra.Todo el patio estaba lleno de soldados y sus padres estaban de rodillas, frente al capitán. Detrás del capitán había un hombre que sonreía con una maldad que se podía ver en cada pedazo de su cuerpo. Era el más rico de la región y toda la gente le tenía miedo.
- ¡Capturad al traidor y a su familia! dijo el hombre.
- ¡ No me toquéis ! ¿Sabéis quién es mi padre? ¡Es el magistrado!
- ¿Qué magistrado? ¡Él es el criminal que vendió a su país!
¡Esto no es cierto! gritó Rosalinda.
- ¡Déjalo hija! ¡Todo estará bien! Dios sabe que somos inocentes.

  Rosalinda gritaba y no dejaba que nadie la tocara. El  hombre que estaba detrás se acercó a la chica pero ella lo arañó con las uñas.
             
-  ¡Qué fiera es tu hija! Pero esto que me hizo la va a costar muy caro. La voy a mandar a una casa de citas y el primero que la visite seré yo.
              
            Oyendo esto, el magistrado saltó al cuello del hombre y el capitán lo mató en seguida. La madre de Rosalinda, viendo a su esposo muerto, tomó una espada y  se suicidó. Rosalinda se quedó llorando y gritando de dolor cerca de los cuerpos sin vida. El hombre se acercó y le dijo muy despacio, -esto no habría pasado si tu padre no se hubiera metido en mis negocios. ¡Vamos! ¡Llevadla!
           
               Las gotas calientes del sol y de un rojo como la sangre corrían atormentadas y anémicas mientras Rosalinda caminaba rodeada por soldados. La luna se veía en el cielo lanzando una luz tenue y  una casa grande empezó a tomar forma. De la casa salió una mujer muy elegante y arreglada. Uno de los soldados tomó a Rosalinda y dijo:
 -Esta es la nueva chica de cual de hablo el capitán.¡Tómala!
              
  Los soldados se fueron y Rosalinda entró en el patio con la mujer.
  -Yo no voy a entrar en esta casa nunca. ¡Mejor me muero!
  -Estas son solo figuras de niñas malcriadas. Ahora ya no eres una niña de familia buena si no una chica como todas la chicas de aquí, una chica que vende su cuepo a los hombres.
 -Yo no  voy a ser nunca como las chicas de aquí.
- A ver  si vas a decir lo mismo después de tres días.¡Atadla al ''árbol de la vergüenza''  y dejadla allí sin comida y sin agua hasta que quiera entrar en la casa!

            Rosalinda se quedó allí tres días.El  frío penetraba su piel, su carne y sus huesos. El plato de comida estaba delante de ella pero no se podía liberar de la cadena. Su cuello estaba seco por la sed y sus ojos estaban a punto de cerrarse cuando una luz muy fuerte apareció delante de ella.Se desmayó y  despertó en los brazos de un hombre rubio con unos ojos azules como el cielo.
-  ¿Era Mijo? Preguntaron los animales.
 -Sí,sí...era él, dijo el ciervo anciano.
            
              La historia continuó...
Rosalinda empezó a mirar a los alrededores. A los pies de las montañas, un río brillaba en la luz del sol. No se oía nada. Ningún sonido le atormentaba el sueño del bosque. La vista era tan hermosa como si la mano de un pintor hubiera tomado su paleta de colores y la hubiera pintado. Era tan encantadora que podía decir que la naturaleza le puso debajo de los ojos un collar de perlas en una bandeja de esmeralda.

- ¿Dónde estamos?
- En mi bosque.
- ¿Cómo llegue aquí?
- ¡Yo te traje!
- Gracias por salvarme pero yo soy la hija de un traidor. No me puedes esconder porque te van a matar también a ti.
- ¡Tranquila! Aquí no nos va a encontrar nadie. ¡A mí no me pueden matar tan fácil! ¡Conmigo estás a salvo! ¡Ahora ven aquí! ¿Qué quieres comer? ¿Un conejo o una rana?

             Rosalinda no sabía qué decir, así que cogió rápido un melocotón y dijo que esto es lo que le gusta comer. Mijo corrió  y regresó con una bolsa llena de melocotones. Desde entonces cada vez que veía que a ella le gustaba algo le traía un bolso lleno. Una vez vio que Rosalinda miraba una mariposa así que le trajo un saco lleno de mariposas de todos los colores. A veces un simple juego puede convertirse en un amor sin límites. Nuestros personajes no sabían que  lo que ellos sentían se llamaba amor hasta que un día Rosalinda preguntó a Mijo:

- ¿Desde cuándo estás viviendo aquí?¿Tienes familia?
- Ya he perdido la cuenta de los años. Mi única familia es él, dijo Mijo , mirando al ciervo que dormía en la entrada de la cueva. ¿Cómo es tener familia?
- La familia es como un libro de cuentos que te dice qué es malo y qué no, qué es justo y qué no, qué debes hacer y qué no. La familia es como una bendición de Dios.
- Debe ser muy lindo tener una familia.¿Cómo era tu mamá?
- Mi mamá tenía unos ojos negro, unos ojos que me hacían pensar en la manera que me miraba cuando estaba enferma. Ella estaba siempre allí cuando necesitaba algo: un consejo, un abrazo ,un beso.Cuando ella me abrazaba, oía su corazón latiendo y me daba una sensación de paz, una sensación que extraño...

Rosalinda se puso a llorar y Mijo la abrazó:
 -Sé que no es lo mismo, pero si lo necesitas puedes escuchar el latido de mi corazón.
      
  Los dos se quedaron unos minutos sin decir ninguna palabra.
- Te quieres casar conmigo? dijo Mijo después de un tiempo.
- Pero soy la hija de un traidor.
- ¿Te quieres casar conmigo?
- Pero soy una chica que escapo de una casa de citas.
- ¿Te quieres casar conmigo?
 - Pero es que....
       No pudo terminar la frase porque Mijo la agarró y le dio un beso.
- ¿Te quieres casar conmigo?
 -Tengo miedo, todavía recuerdo el dolor que me apretaba el pecho, todavía siento el ardor de las lágrimas y la desesperación que me sofocaba el corazón intentando matar y la última gota de esperanza que me había quedado.Tú fuiste el que me salvó, el que me hizo sonreír de nuevo y que escondió mis lágrimas en sus manos. Claro que me quiero casar contigo.
              
  Unas horas después Rosalinda se quedó dormida pero Mijo no tenía sueño.La idea de ser una criatura mitológica lo atormentaba. Quería ser humano pero sabía que era imposible. Entonces el ciervo se acercó y le dijo que lo siguiera. Los dos llegaron cerca de un casa chiquita que estaba cubierta por vegetación. De la casa salía un olor a canela. Al entrar en la casa vieron un viejo vestido negro con un aire muy extraño. Cuando regresó Rosalinda todavía estaba dormida. Se puso a su lado y empezó a mirarla pero su mirada era diferente ahora, era una mirada llena de preocupación.
   
- Esta no es toda la historia. Falta algo. ¿Que pasó en la casa del viejo?
- Todo a su tiempo. Ahora ya es tarde.Tenemos que dormir.
- ¡No! ¡Queremos escuchar la historia, por favor!
- Vale, vale, dijo el ciervo anciano continuando con su cuento.
  
Un día, después de que conociera muy bien el camino hacia el bosque, un camino que ningún otro ser humano sabía, Rosalinda se decidió a darle una sorpresa a su futuro marido así que se despertó una hora antes y se fue a buscar unas plantas. De repente empezó a oír el sonido de unos pasos. Cuando se dio la vuelta, vio detrás de ella mas de veinte soldados. Mijo, que estaba en el bosque oyó el grito de Rosalinda y se fue corriendo hacia ella. En el camino recordó las palabras del viejo : ''Si quieres ser un ser humano no puedes matar ningún otro ser humano y no puedes mostrar tus poderes a nadie durante 100 días. Si lo haces te vas a morir”. Su furia era tan fuerte que un montón de nubes negras aparecieron. El viento furioso gritaba y los relámpagos caían como piedras de fuego rasgando el cielo. El brillo del fuego alumbraba el horizonte, las nubes hervían y la tierra temblaba. A Mijo le empezaron a crecer las garras, le salieron nueve colas y los ojos se hicieron de un azul oscuro como el mar en el tiempo de una tormenta. Viendo a Rosalinda atada, no pudo controlar la furia y mató a todos la soldados en solo cinco minutos. Después quiso tomar a Rosalinda pero ella lo rechazó.

- No me toques. ¡Eres un monstruo!
- Soy yo todavía.
- ¡La persona de cual yo me enamoré era un ser humano, no un monstruo!
- ¿Pero Rosalinda no amaba a Mijo?preguntaron los animales.
-El amor es un sentimiento raro. Es un lugar donde espera el vapor del deseo, un camino hacia la eternidad, un viaje que implica compromisos que a veces exceden el poder de comprensión de una persona. Sin embargo, una sola mentira puede destrozar esa confianza sin límites, que para algunas almas es la base del amor. Por culpa de esa mentira, Rosalinda perdió la razón y traicionó a Mijo, diciendo al coronel el lugar donde se escondía la fiera. En unas horas, miles de soldados entraron en el bosque. Saliendo de su cueva, Mijo vio a Rosalinda y se dio cuenta de todo. Entonces le vinieron a la mente las palabras del viejo: ''Si  no puedes hacer lo que te dije y rompes las reglas, te puedes salvar todavía si la mujer que amas te ama de verdad y si no te traiciona. Pero si lo hace, aún te puedes salvar con la sangre de un ser querido. ¡Sí! Debes ofrecerme a alguien importante para ti y recitar mi maldición mientras lo matas. Claro que ese ser querido del que estoy hablando es Rosalinda.¡Toma este cuchillo! Con el tendrás que matarla. Mijo tenía el cuchillo en la mano pero su mano temblaba. Se acercó a Rosalinda y le dijo:
- ¿Por qué lo hiciste?
- ¿Cómo que por qué? ¡Eres un monstruo! ¡Me mentiste!
- Pero yo te amaba. A mí no me importó ni que eras la hija de un traidor, ni que eras una chica de una casa de citas.
-Pero es diferente...

Mijo levantó el cuchillo y gritó el nombre de Rosalinda pero no la pudo matar y tiró el cuchillo.

- ¿Cómo poder matarte? Sabes...me traicionaste, pero no te puedo odiar por que te amo. Amándote a ti entendí por la primera vez el susurro de las hojas y todavía tengo clavado en mi corazón el sonido de las gotas de lluvia.

                El coronel se acercó y quiso matar a Mijo pero el ciervo se puso delante de él y le hirió. Las manos de Mijo empezaron a desaparecer. Las lágrimas le inundaron el rosto que apenas se veía. Una luz azul que brillaba más que el sol iluminó a Mijo. Rosalinda miró la luz hasta que se fue. Una lágrima  cayó de sus ojos verdes y llenos de duda. Los soldados se fueron pero Rosalinda se quedó un momento al lado del ciervo. Por primera vez lo pudo entender.

- El quiso convertirse en un ser humano por ti. Para salvarte a  ti, ese día rompió las reglas del trato con el viejo. Y por culpa de tu traición, murió. ¿Ves este cuchillo? Si Mijo te hubiera matado con él se habría salvado pero no lo pudo hacer. Él no te pudo matar, en cambio tú lo hiciste. Dices que él es un monstruo pero el verdadero monstruo eres tú.
           
                 Rosalinda se acercó al río, se puso de rodillas y las lágrimas empezaron a caer sobre su bonito rostro. El bosque lloraba también. Lloraban las hojas del álamo, lloraba el majestuoso haya, hasta el roble fuerte como una roca derramaba lágrimas de dolor. El murmullo dulce y suave del río se convirtió en una canción de luto. El agua era turbia como si la vida hubiera desaparecido de allí. Rosalinda lloraba y sus lágrimas se mezclaban con las del río. De repente, vio el cuchillo, lo tomó y se quedó un rato sin moverse. Miró el cielo y grito: ¡Perdóname!, clavándose el cuchillo en el corazón.

- No me gusta el final. ¡Ellos debían casarse y vivir felices para siempre como en todos los cuentos!
- Este es un cuento distinto. Y, ¿quién sabe? Tal vez se reunieron en la vida del más allá. Los poderes del Destino son invencibles. A veces se es simplemente incapaz de cambiar algo porque el destino es el artista-creador de la vida.Y la vida es un camino perpetuo que seguimos para buscar su cumplimiento a través del ideal.
- Esto es cierto pero el ciervo...¿qué pasó con el ciervo y con el bosque?
- El bosque es ahora un lugar sagrado donde ningún ser humano puede entrar. Y el ciervo....esta es otra historia muy larga que os contaré la próxima vez. Pero le aseguro de que él si tuvo una vida larga y feliz.
- ¿La leyenda que nos contaste es de verdad?
- Claro que no, es solo una leyenda, como todas las leyendas.


                El ciervo anciano se levantó y cuando dio la vuelta se pudo observar una gran cicatriz en la espalda, una cicatriz que parecía hecha por una espada. Los animales se quedaron callados, mirándolo hasta que desapareció en la oscuridad de la noche. La luna brillaba y el silencio reinaba sobre el bosque.

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