La vida no te pregunta


Todo empezó cuando conocí a Carlos, un chico que tenía 20 años. A primera vista te parece inofensivo, pero no es así. Tenía la mirada cariñosa, que te enamoraba al instante. Me contó su historia, como que su novia lo dejó por otro hombre que tenía mucho dinero el mismo día que quería casarse. Ahora esta mujer tiene un hijo con ese hombre. Ese día, cuando me contó estas cosas, vi otra persona en él, una persona de la que tenía miedo y que me parecía muy peligrosa.

Me llamó para decirme que iba matar a ese hombre, que le robo todo y que era el momento perfecto para hacer esto, pero no le creí. Era de noche y llovía. Sonó el teléfono y supe que le iba a matar. Era él y me dijo que todo se acabó. La lluvia sigue golpeando los cristales de la ventana. Esto me asusto más. No sabía qué hacer. Quería llamar a la policía cuando alguien tocó a la puerta. Cuando abrí lo vi, tenía una mirada extraña. Se acercó a mí, me abrazó y me dijo que todo estaba listo. Le mire a los ojos, no sabía qué hacer, quería irme lejos de él. Toda mi vida paso por mi mente en un solo instante. Me abrazo más fuerte, no podía moverme, pensaba que me iba a matar cuando…me besó y me dijo que por mí no había hecho nada, que no lo mato porque ahora me amaba y quería casarse conmigo. Ya no le importa nada esa mujer porque yo soy distinta y sabe que puede tener confianza en mí.  Le abracé muy fuerte y le dije que aceptaba pero con una condición: debe cambiar porque jamás voy a amar a un asesino.

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